Exposición de ilustradores nacionales en las estéticas del manga o animé japonés.
Exhibición de la historia, los detalles y anécdotas del arte cinematográfico.
El inicio del cine ocurrió en la mitología antigua cuando Narciso, extasiado ante su imagen reflejada en el agua, se consumió de amor por sí mismo. El lago fue la primera pantalla, y Narciso el actor y espectador. A partir de este concepto, se exhiben la historia, los detalles y anécdotas del arte cinematográfico a través de textos, imágenes y objetos como proyectores, películas de diversos formatos y otros en un didáctico y atractivo montaje.
Javier Molina, Loreto Carmona y Mª Ignacia Edwards ofrecen una mirada al paisaje, su naturaleza y a quienes lo habitan.
Elogio al reino natural y la savia nativa.
“Aunque tengamos higuerales, y el pomar, y la viña que va hasta el horizonte, y toda una monarquía de coníferas, el paisaje de Chile sigue siendo para los pintores el turno conjugado de álamo y sauce sobre chatos cereales.”
Gabriela Mistral, Recado sobre la Alameda Chilena. (fragmento)
Habitualmente cuando imaginamos el territorio, este viene a nuestra memoria como una suma de imágenes donde solemos advertir el paisaje natural, los seres que lo habitan e incluso, la vegetación del cual está hecho. El fragmento de Gabriela Mistral (1889-1957) que abre esta presentación, no hace sino que reafirmar esta idea de cómo ve la poesía y por extensión, el ojo público, la imagen que el artista visual tiene del reino natural.
Sin embargo, en el mundo globalizado del siglo XXI cuando intentamos referirnos a este universo, este comparece como una suma de imágenes y laberintos donde se van entrecruzando las ideas tradicionales que esa mirada pública tiene sobre el particular, y también las idealizaciones, sueños e ideas, provenientes de infinitas experiencias a las que el artista de hoy se ve sometido. En otras palabras, como en su momento le sucedió al pintor y escritor Adolfo Couve (1940–1998) en su escrito La Comedia del Arte: “La significativa alegoría del argumento desequilibraba el texto” (1), por lo tanto fue mejor dar paso a hablar del tema en lugar de narrarlo.
Elogio al reino natural y la savia nativa es una mirada actual desde la pintura, la gráfica y el arte objetual al paisaje, su naturaleza y a quienes lo habitan. De ahí entonces, cada uno de los convocados es capaz de ver en el gran espectro natural, el fascinante universo donde el arte se entrelaza a las ciencias naturales como una búsqueda de armonía poética entre los seres vivos y los reinos vegetal y mineral.
Al revisar la amplia disposición de trabajos bidimensionales, de corte realista en una pintura que galantea a la gráfica, Loreto Carmona propone un estudio exhaustivo a las aves y animales que pueblan nuestra geografía. Son criaturas que se muestran ante nuestra mirada como un pausado orden de semblantes, algunos de las cuales nos seducen por su plumaje o simplemente por esa fragilidad en su delineamiento físico que el trazo de la artista pacientemente se encarga de hacernos considerar.
Si tomamos como punto de referencia su disposición de obras, descubriremos que ha sido realizada a la manera de un gabinete de curiosidades, ámbito donde el juego de grises no es otra cosa que el reflejo de la mesura de su atisbo frente al fenómeno natural que destila un ojo escudriñador, atento y racional, preocupado de dar a conocer la identidad del retratado a la manera de los pintores viajeros del siglo XIX. Incluso, algunos de ellos, en sus visitas a esta parte del mundo, establecieron lazos imperecederos en torno a cómo escrutar la flora y fauna local.
Algo de ese ojo analítico y minucioso de Loreto Carmona se observa en el trabajo instalatorio y objetual de María Ignacia Edwards, donde cada rincón del muro expositivo se convierte en un campo de pruebas para sostener los dibujos, fotos y apuntes de los objetos encontrados en sus viajes por el paisaje de Chile. Son testimonios de la soledad y vastedad del norte o de la inmensidad del litoral central, pero siempre apelan a un territorio rico en piedras, objetos curiosos y restos vegetales, muchos de los cuales son la base para su trabajo desde el arte de la recolección. Esta atalaya creativa es la que le permite a la artista preguntarse por aquello que llamamos orden, o bien una meditación acerca de si el caos es otro tipo de cosmos.
Mirar un trabajo suyo es en cierto sentido dejarse llevar por las sorpresas que nos dan las cosas de este mundo aparentemente conocido, haciéndonos cavilar en las regiones invisibles de nuestro paisaje. Así, con su proceder, establece una cercanía poética y visual al desarrollado por Cecilia Vicuña cuando declama: “¿Y si yo dedicara mi vida a una de sus plumas, a vivir su naturaleza serla, y comprenderla hasta su fin?” (2)
Hablar de paisaje y montaña es referirse al trabajo plástico de Javier Molina, un pintor fascinado en las posibilidades del viaje como tema inherente a su cuerpo de obra. Por lo mismo, su gesto seduce desde la aparente simpleza con que captura cada una de las aves, árboles y paisajes en su bloc de notas, para luego transformarlos en imágenes de una flora y fauna genuinamente local. Lo anterior, el artista lo toma como punto de partida para investigar en el arte figurativo de corte expresionista y para hacerse cómplice de la reflexión del pintor alemán Markus Lüpertz cuando expone: “Tengo el deseo de la luz, pero estoy en la sombra.” (3) De esta manera, covierte su actitud, aparentemente retraída, en una forma de vida, en términos de reconsiderar las posibilidades del color intenso de la imagen pintada frente a la transparencia de la estampa digital.
Lo anterior puede ser entendido como un corolario que viene a completar la narración de un breve diagrama de trabajo, proveniente de tres artistas con miradas distintas y distantes en un origen formador, pero actuales en un eterno presente que, desde la contingencia, asume la necesidad de recobrar la actitud de habitar en armonía con el reino natural.
Carlos Navarrete
Santiago, octubre de 2013
Notas:
1.- Adolfo Couve, “Camondo en los infiernos”, La Comedia del Arte. Editorial Planeta Santiago. 1995. p. 19
2.- Cecilia Vicuña, Precario / Precarious. Tanam Press. New York. 1983
3.- Miquel Alberola, “Tengo el deseo de la luz, pero estoy en la sombra” , diario El País. Madrid. Enero 07, 2008.
Klaudio Vidal presenta una serie de grabados donde se puede apreciar una suerte de paisaje mítico.
El artista (1964) es un destacado exponente del grabado chileno, formado en la Universidad Católica y en la Universidad de París. Se ha dedicado a su trabajo personal así como a la docencia en Chile y el Reino Unido. En esta muestra presenta una serie de 20 obras donde se puede apreciar una suerte de paisaje mítico, espacios donde la figura humana generalmente es un ¨cuerpo silueta¨ que convive con bestias, elementos de la naturaleza o fuerzas invisibles.
RESISTENCIA Y VISION
La imagen del artista, del iluminado, el loco o el bufón de la corte coinciden cuando se es portador de un mensaje difícil de comprender, cuando la sociedad anda preocupada de si, cautiva de Narciso y manteniéndose a salvo de Pandora. No obstante, Klaudio Vidal se arriesga… no tiene miedo en reconocer la paradoja de la existencia, y que su rol es poner imágenes a la cotidiana convivencia entre la tragedia y la comedia. Es un mundo desfasado del tiempo, post industrial y a la vez, post medieval, aconteciendo en pleno Ñuñoa, donde los cuerpos y las imágenes están arrojadas a la existencia, peleándose con ella, combatiendo contra la noche cerrada del metal, herencia restregada entre ácidos, metal y litografías.
Desde algún lado de la caverna se araña la superficie de los muros para dejar alguna huella vital y urgente. Es el caso de quien cultiva el oficio de grabador, resiste y persiste desde su Taller K. El asunto consiste en afectar superficies, hundirlas, bruñirlas, rayarlas a fin de que digan algo. Desde su formación en la Universidad Católica y París I, hasta su destacada enseñanza en cuya práctica durante tantos años ha demostrado poseer un riguroso oficio junto a una obsesiva poética, donde se verifica de algún modo la confluencia de la tradición del grabado chileno y los respectivos desplazamientos, desde Vilches, Cruz y Millar hasta el Taller 99.
Persistiendo durante 20 años desde una iconografía que no acepta concesiones de juicio y gusto, el manifiesto visual de un Klaudio Vidal que ha circulado entre Punta Arenas, Temuco, Santiago y Londres, expresa la urgencia de un trabajo que se ha vuelto cada vez más directo, como si no hubiera tiempo que perder. El asunto se resuelve día a día, las 24 horas a través del ensayo y error de cada cuidada edición: Bestiario, La poca vida que llevamos, Sin nombre ni lugar, Minotauromakinas y la serie Erótikos y Prekario.
A través de las Series Recientes 2011-2013, con el despliegue de paisajes míticos, y lugares entintados donde la figura humana generalmente es un ¨cuerpo silueta¨ que convive con bestias, elementos de la naturaleza o fuerzas invisibles: tortuosos de sensibilidad, habitado por la poesía, pesadilla, la condena, el humor y la alegoría… en el amor o en la guerra. La narrativa visual de Klaudio Vidal describe un mundo entrópico y heteróclito. No sabemos el grado de esperanza o pesimismo que carga sobre sí la imagen del caballo, el perro o el unicornio, pero si queda claro que se escenifican composiciones que no dejan indiferente a nadie. El trabajo lineal se encarga de sostener la historia de cada forma y contraforma.
Ramón Castillo
Director Escuela de Arte U.D.P.
Julio, 2013
Muestra de fotografías de artículos publicados por la revista durante los últimos quince años.
Muestra de fotografías de artículos publicados por la revista durante los últimos quince años, que incluyen los trabajos de importantes artistas como Chuck Close, Jeff Koons, Sebastián Salgado y Nan Goldin, entre otros. Las imágenes reflejan el eclecticismo del semanario al mostrar ejemplos fundamentales del foto-reportaje, el retrato, la fotografía de moda o la sencillamente artística. Así, The New York Times Magazine Photographs ofrece un foro único para la polinización cruzada de géneros fotográficos.
Exposición de piezas escultóricas de gran formato de la artista nacional Soledad Omeñaca.
Exposición de piezas escultóricas de gran formato presenta la artista nacional Soledad Omeñaca. El nacimiento de la obra tiene su origen en los “nudos” que forma la madera al ser cortada en planchas apareciendo como irregularidades circulares, lo que se utilizan para expresar lo que se constituye como el punto de encuentro y retorno de todas las cosas, es decir, la concentración de la energía del principio y el fin, la apertura a nuevos diálogos que se entrelazan y perpetúan la continuidad de lo lleno y vacío.
Sebastián Leyton presenta su última producción donde,a través del dibujo, desarrolla la temática de las acciones colectivas de los movimientos sociales pro-educación.
El destacado artista nacional Sebastián Leyton, nos presenta su última producción basada en dibujos hechos en pintura sobre cartón, en los cuales desarrolla, a través del pincel, una temática que hace referencia a un contexto nacional que se viene planteando principalmente desde el año 2011. Las acciones colectivas de los movimientos sociales pro-educación, se manifestaron en marchas pacíficas o tomas de establecimientos educacionales donde los estudiantes se parapetaban tras barricadas confeccionadas con sillas. Por medio de este elemento, el artista nos lleva a un recorrido que presenta una historia personificada en ellas. A través de una fina línea blanca nos dibuja transparentemente, barricadas, situaciones y actitudes que el acumulamiento de estos enseres evocan.
Exhibición de los mejores exámenes de grado de alumnos recién titulados de la Escuela de Arte UC.
Participaron: Andrea Trehwela, Andrea Rodríguez, Antonia Bañados, Catalina Lecaros, Catalina Mansilla, Constanza Navarrete, Esperanza Rojo, Isabel Cancino, Mª Ignacia Correa, Mª Jesús Vásquez, Matías Valenzuela, Pablo Rodríguez, Pamela Fuentes, Pilar Eligorriaga, Rosa Arancibia, José Cori.