Muestra de pinturas coloniales de la Inmaculada rodeada de sus símbolos de pureza y perfección.
Muestra de más de 100 piezas de platería de la Colección Joaquín Gandarillas Infante.
A través de un conjunto de piezas seleccionadas de la Colección Joaquín Gandarillas Infante, reunidas en la VII Exposición de este legado, la Universidad Católica ha querido mostrar en esta oportunidad el mundo suntuoso –y a la vez sufriente– del trabajo de la plata, hoy casi desconocido.
En una aproximación diferente a la historia de la región, esta muestra se introduce en las diversas actividades que conlleva, y en sus singulares y originales creaciones artísticas.
La elaboración de la plata en el Virreinato del Perú y Capitanía General de Chile es indisociable de la magnitud de las transformaciones económicas, políticas y culturales que provoca en la región, en América y en el mundo el descubrimiento de los fabulosos yacimientos de plata de los Andes del sur.
El desarrollo del capitalismo moderno –con sus referentes de dinamismo económico, comercio, relaciones internacionales, intercambio de productos, incremento del lujo, el gasto y lo suntuario, multiplicación de empresas y explotación de la fuerza laboral, altibajos del mercado e inicios del fenómeno inflacionario, detonado por la abundancia de circulante–, es en parte deudor de la expansión minera de nuestra región.
Con dos siglos de antelación, la plata de Potosí abre un capítulo en la historia de la economía mundial, marcado por la hegemonía monetaria española, que tras los resabios medievales del aprecio mítico de la plata da paso al uso del metal no sólo como riqueza en sí, sino como valor de cambio, favoreciendo procesos complejos y dinámicos a escala antes desconocida.
Una parte –no estimada con exactitud por los investigadores– de la cifra sideral que los cronistas y los cálculos de la época asignan a la producción de plata del Virreinato peruano se destina a la manufactura de objetos de mesa, piezas litúrgicas y de culto, ornamento de cuadros y esculturas, adornos personales y de uniformes militares, implementos de las armas y arreos de las cabalgaduras, entre otros.
Elemento representativo y pilar económico de la región, la platería virreinal despliega su multiplicidad de valores simbólicos, sociales y monetarios. Aquilatado hoy su aprecio, contribuye efectivamente al rescate de la diversidad cultural americana, tanto de sus recursos naturales y mineros como de la flora y fauna que incorpora como elementos ornamentales; y de los avances tecnológicos implementados para su explotación. La consumada pericia de los artífices nativos –criollos e indígenas– plasma en sus piezas el sello personal y único de su mano, pues cada pieza es singular, nunca idéntica a otra; la maestría que despliega su diseño y ejecución conllevan una mística que trasciende el criterio de la eficacia material, prolongando su vigencia hasta el presente.